Bruxismo y maloclusión dental
Bruxismo y maloclusión dental. Dos condiciones que generan un gran número de trastornos, pero en Gimeno Clínica Dental también contamos con tratamientos para combatirlos. Si sufres alguno de estos problemas, ven a visitarnos y trataremos de que experimentes una clara mejoría en el menor tiempo posible. La salud de tu boca es lo más importante para nosotros.
Problemas en la mandíbula
La articulación temporomandibular podemos definirla como una especie de bisagra deslizante cuya misión es conectar la mandíbula al resto del cráneo. Si aparecen trastornos relacionados con las articulaciones y los músculos que la rodean, podemos sufrir una serie de molestas consecuencias. Entre ellas, se encuentran el bruxismo y la maloclusión dental.
A menudo, la causa de estos problemas es una combinación de tensión muscular y trastornos anatómicos dentro de las articulaciones. E incluso es posible que, en algunas ocasiones, intervenga también un componente de tipo psicológico. A nivel estadístico, este tipo de complicaciones ocurren con más frecuencia en mujeres de entre 20 y 50 años de edad.
Bruxismo y maloclusión dental:
qué son y cómo aparecen
Bruxismo
El bruxismo se caracteriza por apretar y/o rechinar los dientes de manera excesiva. Muchas veces, durante el sueño. El efecto de este comportamiento provoca problemas como un elevado desgaste de los dientes, hipersensibilidad o dolores de cabeza. El tratamiento habitual de este trastorno consiste en restablecer el equilibrio entre la articulación temporomandibular, los dientes y los músculos. Para lograrlo, existen varias técnicas, entre las que destaca el uso de una férula.
Maloclusión dental
La maloclusión dental consiste en un mal alineamiento de los dientes, una falta de correcto encaje entre los dientes inferiores y los superiores o una alteración en los componentes del sistema masticatorio. Como consecuencia, puede desencadenar que se produzcan caries con más facilidad o la aparición del bruxismo.
Férulas antibruxismo
Mediante este tratamiento se redirigen las fuerzas de apretamiento o rechinamiento que se producen durante el bruxismo. Así, se evitan las tensiones musculares a nivel mandibular y se contribuye a evitar dolores en la mandibula, la cabeza y las cervicales. Las férulas se diseñan y se confeccionan de acuerdo con las características de cada paciente.